“…Internet puede ofrecer mayores posibilidades de encuentro y de solidaridad entre todos; y esto es algo bueno, es un don de Dios”
Papa Francisco.
Mi pasión es la comunicación, pues nos permite poner en común nuestros sentimientos, opiniones y conocimientos; es sumamente poderosa, sin embargo, puede tener dos caras. Así como un cuchillo sirve para cortar alimentos, también puede ser utilizado para asesinar una persona. La intención del corazón y el propósito de lo que hagamos con los recursos hace la diferencia.
El internet es una ola indetenible que no tiene caso resistir, marcó un antes y después en la comunicación. La rapidez de la comunicación digital nos permite estar bien informados o desinformados casi instantáneamente. Podemos utilizarla para construir e integrar como para destruir y separar mediante la mentira y difamación. No podemos dejarnos ahogar por esta gran ola, debemos subirnos en ella y aprovechar sus grandes beneficios.
Cuando leí el sabio mensaje del Papa Francisco, con motivo de la 48º Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, quise compartirlo con ustedes, he aquí algunas líneas de este mensaje:
“En este mundo, los medios de comunicación pueden ayudar a que nos sintamos más cercanos los unos de los otros, a que percibamos un renovado sentido de unidad de la familia humana que nos impulse a la solidaridad y al compromiso serio por una vida más digna para todos. Comunicar bien nos ayuda a conocernos mejor entre nosotros, a estar más unidos. … Necesitamos resolver las diferencias mediante formas de diálogo que nos permitan crecer en la comprensión y el respeto.
…Los medios de comunicación pueden ayudarnos en esta tarea, especialmente hoy, cuando las redes de la comunicación humana han alcanzado niveles de desarrollo inauditos.
Entonces, ¿cómo se puede poner la comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro? … Estas preguntas se resumen en la que un escriba, es decir un comunicador, le dirigió un día a Jesús: «¿Quién es mi prójimo?» (Lc. 10,29).
La pregunta nos ayuda a entender la comunicación en términos de proximidad. Podríamos traducirla así: ¿cómo se manifiesta la «proximidad» en el uso de los medios de comunicación y en el nuevo ambiente creado por la tecnología digital? Descubro una respuesta en la parábola del buen samaritano, que es también una parábola del comunicador. En efecto, quien comunica se hace prójimo, cercano.
Que nuestra comunicación sea aceite perfumado para el dolor y vino bueno para la alegría. Que nuestra luminosidad no provenga de trucos o efectos especiales, sino de acercarnos, con amor y con ternura, a quien encontramos herido en el camino. No tengan miedo de hacerse ciudadanos del mundo digital.”