Los quistes ováricos a menudo son difíciles de detectar sin un examen médico exhaustivo, pero existen signos y síntomas que las mujeres pueden buscar para ayudar con la detección temprana, especialmente las mujeres con antecedentes familiares de cáncer. La buena noticia es que la gran mayoría de los quistes ováricos son inofensivos, aunque no todos son iguales.
Uno de los signos más importantes de un posible quiste ovárico podría ser dolor abdominal o molestias que no parecen normales. Si bien podría ser una variedad de afecciones, merece la pena examinarlo para poder descartar la posibilidad de un quiste ovárico, una pequeña bolsa llena de líquido o tejido que se encuentra en el ovario, que en realidad son muy comunes.
Tipos de quistes
Los quistes funcionales son el tipo de quiste más común, que ocurren como parte del ciclo menstrual normal debido a la ovulación. De vez en cuando, un quiste funcional puede llenarse de sangre, haciendo que se hinche y cause dolor, pero generalmente no causan dolor y desaparecen por sí solos en el transcurso de unos pocos meses. A veces, las mujeres nacen con quistes dermoides, o teratomas, un tipo de quiste que puede estar lleno de todo tipo de cosas que el cuerpo desarrolla, como cabello, dientes e incluso tejido cerebral.
El síndrome de ovario poliquístico, una patología no relacionada con otras afecciones de quistes ováricos, consiste en múltiples quistes pequeños (<1 cm) en ambos ovarios (“collar de perlas”) que aparecen en un ultrasonido. Otros tipos de quistes incluyen los cistadenomas, que comienzan a crecer como lunares pero pueden crecer bastante y, de ser así, deben eliminarse para asegurarse de que no sean cancerosos. Los endometriomas se desarrollan a partir de la endometriosis (una afección en la cual las células uterinas crecen fuera del útero) y pueden ser muy sensibles y dolorosos.
Signos y síntomas
Los quistes ováricos benignos o malignos generalmente son asintomáticos, y se encuentran incidentalmente. Si es sintomático, los síntomas más comunes son presión en la zona pélvica o en la abdominal inferior, o dolor. El dolor agudo también puede ocurrir por torsión ovárica, hemorragia en el quiste y por ruptura del quiste con o sin hemorragia intraabdominal. También se han reportado otros síntomas como la urgencia o frecuencia urinaria, distensión abdominal o hinchazón, y dificultad para comer o saciedad temprana.
Quistes cancerosos: malignos
En 2018, se estima que la carga mundial de cáncer aumentó a 18,1 millones de casos nuevos y 9,6 millones de muertes, según la World Health Organization’s International Agency for Research on Cancer (IARC/Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud.) Los resultados en la base de datos GLOBOCAN 2018 muestran que una de cada seis mujeres en todo el mundo desarrolla cáncer durante su vida, y una de cada 11 mujeres muere a causa de la enfermedad. A nivel mundial, el número total de personas vivas dentro de los cinco años de un diagnóstico de cáncer, llamado prevalencia de cinco años, se estima en 43,8 millones.
Afortunadamente, el cáncer de ovario es raro. “A pesar de la posibilidad de que un quiste se vuelva canceroso, en la mayoría de los casos hay un riesgo de 1 a un 2 por ciento”, dice Francoise Veneroni, MD, obstetra-ginecóloga de Cleveland Clinic Florida. “Las mujeres que tienen ciertas afecciones genéticas como BRCA1, BRCA2, síndrome de Lynch o antecedentes familiares deben tomar precauciones, ya que tienen un mayor riesgo de que los quistes se vuelvan cancerosos”.
¿Cómo sabe usted si tiene un quiste ovárico? ¿Por qué se desarrollan los quistes ováricos?
A menudo, los quistes ováricos son lo suficientemente pequeños como para que la mayoría de las mujeres ni siquiera se den cuenta de que tienen uno. Muchos quistes se diagnostican durante los exámenes anuales o las pruebas de imagen que se realizan por razones no relacionadas, e incluso en un estado agrandado a menudo pueden pasar inadvertidos.
Además de la hinchazón o el dolor en un lado de la parte inferior del abdomen, otros síntomas pueden incluir dolor en las relaciones sexuales, cambios en las deposiciones o en hábitos urinarios y períodos dolorosos, entre otros.
¿Qué sucede si tiene un quiste ovárico?
Si una mujer experimenta varios síntomas al mismo tiempo, es importante consultar a un médico. Si se encuentra un quiste ovárico, un ultrasonido pélvico ayuda a ver qué está sucediendo y, según el caso individual, se presentarán opciones de tratamiento. Un médico puede monitorear el quiste durante un período de tiempo para ver si desaparece por sí solo.
Si el quiste mide más de 10 centímetros y causa dolor, o se ve anormal en el ultrasonido, es posible que se requiera cirugía. El dolor pélvico intenso, especialmente si ocurre rápidamente, es una señal para obtener ayuda de inmediato. Dado que un ovario retorcido puede reducir o detener el flujo sanguíneo, cuanto antes se busque atención médica mayores serán las posibilidades de salvar el ovario.
Tener conocimiento funcional de esto también puede ser útil para las mujeres que sientan síntomas repentinos, especialmente si nunca antes lo habían experimentado realmente.